domingo, 19 de enero de 2014

"La Moneda desde el Sur", Chile Bombardeado 1973

La Moneda Bombardeada, una interpretación que realiza  la diseñadora nacional Julieta Cruz Miralles en la necesidad de aportar desde el patrimonio arquitectónico, recreando el estado  en que quedó La Moneda tras el bombardeo ,expuesta en conjunto un texto del historiador Juan Manuel Martínez,  un tríptico fotográfico y un documental realizado por el fotógrafo Andrés Cruz ,estas obras contienen un registro visual del viaje e itinerancia  de la obra desde Puerto Montt hacia Santiago zona norte y sur registrando testimonios de vivencias y miradas de los  ciudadanos, convirtiéndose de esta manera en documento para la ciudadanía y su historia.
“ La Moneda desde el Sur”
Este proyecto nace de emociones adolescentes, como un acto íntimo de encuentro y sanación personal con los hechos vividos hace 40 años.

Hoy he querido, en un sentido simbólico, reconstruir desde la mirada del patrimonio y aportar así desde ese hecho histórico con la reconstrucción de La Moneda Bombardeada.
Rehacerla para recordar, sobre todo preservarla en la memoria de las futuras generaciones y poder acudir a ese triste instante en el que se destruye un icono republicano con las consecuencias conocidas.
Mi primer anhelo fue hacerla y llevarla a La Moneda actual y así cerrar un ciclo emocional. Para ello necesité revisar fotos, vídeos, lecturas, lo cual me significó entrar en la historia y revivir los dolorosos y traumáticos hechos, cayéndome las lagrimas muchas veces al tratar de entender como fue posible tanta barbarie entre hermanos de un mismo país, mi país, Chile!

En mi proceso solitario, en la intimidad de mi taller, fueron sucediendo cosas, sin esperarlo se fueron sumando mis cercanos, amigos, hasta transformarse en un colectivo    tejido amorosamente con la mirada de cada persona que la vio.              
Las palabras de agradecimientos, los particulares y dolorosos recuerdos e historias vividas por esas personas, me ayudaron a cerrar un proceso personal...
¡¡¡Y así, llegué con mi Moneda a Santiago, el día en que se conmemoraban los 40 años del Golpe Militar!!

JULIETA CRUZ MIRALLES
Diseñadora



PERIFERIA + PODER + MEMORIA
En 1805, siendo Gobernador del Reino de Chile, Luis Muñoz de Guzmán y bajo la Superintendencia de Joseph Santiago Portales, se trasladaron los talleres de acuñación y las oficinas de la Casa de Moneda al edificio que comenzó a construir el arquitecto italiano Joaquín Toesca en 1784. Era el edificio más imponente de la ciudad, una fábrica para acuñar monedas de oro y plata con la imagen y emblemas del monarca hispánico y de su imperio. 
En esta época, Chile era un territorio de la periferia del imperio español,  y Santiago, denominado del Nuevo Extremo, era una ciudad que  no podía  rivalizar con las grandes urbes virreinales.
Territorio y ciudad al extremo austral del imperio. No obstante el edificio mostraba el espíritu ilustrado de los Borbones, la dinastía gobernante, que tenía una clara inclinación por las obras monumentales.
Después de la independencia, este edificio se convirtió en sede del gobierno, transformándose en el Palacio de la Moneda, centro del poder político de una nueva nación. Pero el Palacio en el siglo XX, como referente ya no solo de un poder político de un grupo, sino de la representación popular fue bombardeado el 11 de septiembre de 1973, desatando el ciclo temporal más  trágico de la historia de Chile, la dictadura cívica-militar. 40 años después, en el sur de Chile, Julieta Cruz Miralles, realiza una maqueta de la Moneda bombardeada, mostrando la institucionalidad chilena bombardeada, una historia quebrada a través de un ejercicio plástico replicante.
Para Julieta, este proyecto es una manera de restablecer la memoria golpeada después de cuatro decenios. Se construye desde la periferia, así como Toesca, su arquitecto, que debió viajar miles de kilómetros para construirla en este extremo del mundo. Julieta construye esta maqueta en el fin del mundo, dando cuenta de un testimonio personal. La maqueta viaja por el sur y se encuentra con la gente, activando la memoria a través de un “icono republicano”, que ha colonizado el inconsciente colectivo nacional. Es un doble itinerario de la periferia, de una historia, de una memoria y un territorio periférico.

Finalmente, la Moneda llega a la Moneda el 11 de septiembre del 2013. La maqueta se enfrenta con su original, portadora de una ciudadanía periférica, pero con memoria. En un ejercicio de recuperación, más bien de sanación después de una tragedia.
JUAN MANUEL MARTÍNEZ
HISTORIADOR DEL ARTE